viernes, 25 de julio de 2014

Ya no tengo paciencia..... por Meryl Streep


Navegando por la red, en este caso Facebook, me encuentro una reflexión de la actriz, Meryl Streep.

"Ya no tengo paciencia para algunas cosas, no porque me haya vuelto arrogante, sino simplemente porque llegué a un punto de mi vida en que no me apetece perder más tiempo con aquello que me desagrada o hiere. No tengo paciencia para el cinismo, críticas en exceso y exigencias de cualquier naturaleza. Perdí la voluntad de agradar a quien no agrado, de amar a quien no me ama y de sonreír para quien no quiere sonreírme. Ya no dedico un minuto a quien miente o quiere manipular. Decidí no convivir más con la pretensión, hipocresía, deshonestidad y elogios baratos. No consigo tolerar la erudición selectiva y la altivez académica. No me ajusto más con la barriada o el chusmerío. No soporto conflictos y comparaciones. Creo en un mundo de opuestos y por eso evito personas de carácter rígido e inflexible. En la amistad me desagrada la falta de lealtad y la traición. No me llevo nada bien con quien no sabe elogiar o incentivar. Las exageraciones me aburren y tengo dificultad en aceptar a quien no gusta de los animales. Y encima de todo ya no tengo paciencia ninguna para quien no merece mi paciencia" 
 Meryl Streep

domingo, 6 de julio de 2014

Brillante disfraz

No me gustan las máscaras exóticas
 Ni siquiera me gustan las más caras
 Ni las máscaras sueltas ni las desprevenidas
 Ni las amordazadas ni las escandalosas.
 No me gustan ni nunca me gustaron
 Ni las del carnaval ni la de los tribunos.
 Ni las de la verbena ni las del santoral.
 Ni las de la apariencia ni las de la retórica.
 Me gusta la indefensa gente que da la cara
 Y le ofrece al contiguo su mueca más sincera
 Y llora con su pobre cansancio imaginario
 Y mira con sus ojos de coraje o de miedo.
 Me gustan los que sueñan sin careta
 Y no tienen pudor de sus tiernas arrugas
 Y si en la noche miran/ miran con todo el cuerpo
 Y cuando besan/besan con sus labios de siempre.
 Las máscaras no sirven como segundo rostro
 No sudan/no se azoran/jamás se ruborizan
 Sus mejillas no ostentan lágrimas de entusiasmo
 Y el mentón no les tiembla de soberbia o de olvido
 ¿quién puede enamorarse de una faz delegada?
No hay piel falsa que supla la piel de la lascivia
 Las máscaras alegres no curan la tristeza
 No me gustan las máscaras, he dicho.
Mario Benedetti.