8M

Creo que no es momento de manifestaciones, como la del 8M. Son tiempos de responsabilidad y altura de miras; hay muchas formas de reivindicar ese día que no sea salir a concentrarse. Si restringes libertades, trabajos, negocios y exiges a los ciudadanos esfuerzos no es muy coherente juntar a gente, sea para festejar o para reivindicar. Dicho eso, no deja de ser extraño donde los mismos que participaron, por ejemplo, en la que se organizó contra la Ley Celaa, se ponen histéricos por la posibilidad de que se celebren el 8M. Coherencia cero patatero. Las derechas esperan como agua de mayo que el 8M haya manifestaciones para echarle la culpa de todos los males de la pandemia del mundo mundial. 

Y algunos en la izquierda están apostando decididamente en darles munición.

No tenemos remedio.

 

Nuestros acentos, nuestras palabras, nuestra forma de ver la vida.

 

Cansancio.

Una cosa es reclamar, manifestarse, reivindicar, muchos de los que andamos por aquí lo hemos hecho y lo haremos siempre, y otra es las graves imágenes que vemos todos estos días, desde que saltó el asunto este. A mi no me vale que si crisis, que jóvenes si salida, etc, etc. Me parece unas justificaciones muy chungas. 

Que reclamen, que se manifiesten, que luchen pero sus comportamientos violentos no tienen justificación ninguna... Las manifestaciones me parecen geniales, pero el vandalismo no es una justificación porque al final están perjudicando a su propia ciudad, a los que menos culpa tienen. 

 Es muy grave lo que está sucedido. Es grave que unos cuantos niñatos mal criados estén confundiendo el debate de la libertad de expresión con el elogio de un energúmeno, A ese personaje reivindican? Ese tío asocial encarna y abandera la libertad de expresión? Me parece demencial. La verdad que me cansa y me exaspera esta historia, me cansa y me indigna muchas justificaciones que leo por aquí que no hay por donde cogerlas y duele más porque la situación general del país es ya de por sí gravísima, tanto que necesita la unión para acabar con la pandemia y salir, como mejor se pueda, de una crisis económica que se ceba, como siempre, con los más débiles de la sociedad.

 Pero demostramos, una vez más, que este país no tiene remedio

 

Que detengan al que lleva un chichonazo en la frente!

 

Desgaste.

No os equivoquéis. Las derechas y sus recaderos mediáticos andan de caza mayor; van a por Sánchez aunque disparen contra Iglesias, que es su caza menor. Pero, por ahora , les ha salido el tiro por la culata. La rabia es que Sánchez no haya sufrido un gran desgaste, a pesar de esta pandemia tan grave. Sánchez sale mas reforzado aún , tras las elecciones catalanas, y es uno de los claros vencedores. Su apuesta por Illa se ha saldado con la victoria del PSC en número de votos, mientras el PP de Casado salió muy debilitado interna y externamente. Tendrán que reconducir la estrategia. 

Iglesias con algunas torpezas, que algunos no queréis ver, ha dado mucha munición a la derecha para que sigan haciendo leña de Podemos. Se lo han puesto fácil, con Echenique y otros a la cabeza. Muchas veces, el mayor enemigo de Iglesias es el propio Pablo Iglesias. Ahí lo dejo

 Ahí lo dejo

 

Tarta de queso, La Viña

 No hay una tarta más sencilla de hacer que esta y el resultado es absolutamente bueno. La tarta de queso La Viña se puso de moda hace unos años, hay miles  de recetas en las redes sociales, en Youtube,  de los aficionados y expertos de la cocina.

Existe una gran variedad, de todos los sabores y para todos los gustos. De zanahoria, manzana, chocolate... Pero, sin duda, la que no pasa desapercibida es la de queso.

 Y tanto es así que hace poco el periódico estadounidense, The New York Times, la consideró como una de las tendencias culinarias del 2021. Esta es la que preparan en el restaurante La Viña de San Sebastián y ellos mismos son los que han dado a conocer la original que circula por todo Internet. La receta  lleva las siguientes cantidades:

* 1 kg de queso crema,

* 400 g de azúcar, 

* 7 huevos,

* ½ l de nata 

* cucharada y media de harina. 

Obviamente ellos preparan una tarta de queso enorme adaptada al restaurante,  así que  la gente la adapta a los moldes que tienen. Es de lo más sencillo de preparar: mezclar, hornear y enfriar, sin más. El resultado es una tarta super cremosa y con un sabor increíble, cuando la probéis entenderéis por qué se ha hecho tan famosa. 

 Ingredientes (molde 20 cm): 

 500 g de queso crema (el que más os guste)

240 g de azúcar 4 huevos 

300 ml de nata para montar 

1 cucharada de harina 

Preparación: 

 Antes de empezar la receta os recomiendo que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente para que se integren mejor y os quede  con una textura perfecta. 

En un bol amplio echamos el queso crema y el azúcar y batimos con unas varillas hasta que el azúcar esté completamente disuelto y obtengamos una crema suave. Añadimos los huevos y la nata y volvemos a batir hasta integrarlos completamente. Por último, agregamos la cucharada de harina y volvemos a integran con el resto de ingredientes.

Forramos un molde desmoldable con papel de horno. Para que quede bien, lo mejor es arrugarlo o mojarlo antes de forrar, así os será más sencillo. Vertemos la mezcla anterior en el molde. Metemos al horno precalentado a 200ºC durante unos 40-50 minutos. El tiempo, aparte de depende de cada horno como siempre, dependerá de la textura que le queráis dar a vuestra tarta.

 Si os gusta algo más cuajada, la tenéis  50 minutos en el horno. Si os gusta que el centro de la tarta esté más líquido, podéis dejarla 35 o 40 minutos. Si veis que se os dora mucho por encima, podéis poner un papel de aluminio por encima para evitar que se queme. Eso sí, tened en cuenta que cuando la saquéis del horno, el centro suele temblar como si fuese un flan, así que no os preocupéis si la veis así. Terminará de coger textura mientras se enfría. Cuando la hayamos horneado, dejamos la puerta del horno entreabierta y dejamos que se atempere en su interior. Luego, la guardamos en la nevera sin desmoldar y la dejamos hasta que esté bien fría (mejor hasta el día siguiente). 

Está buena por sí sola y no le hacen falta extras, A mi me gusta sin ningún añadido, para gustos colores, pero si queréis podéis añadirle un toque de mermelada o miel :) 

 ¡Que la disfrutéis!

Hasél.

¿Merece Hasél acabar en la cárcel? No 

¿Es libertad de expresión las burradas y las gilipolleces que dice? No. Pero no mezclemos la velocidad con el tocino. Una cosa es que Pablo Hasél no debería ir a la cárcel. Para mi está claro. Y otra muy distinta que sea adalid de la libertad de expresión.

 No confundamos.

 Este tío es un gilipollas integral y un impresentable, por las cosas que dice, pero estoy completamente de acuerdo en que eso no merece reproche penal sino la justicia no tendría tiempo para perseguirnos a todos. Y no confundamos poner en la misma tabla a nuestro país, en materia de libertad de expresión, con Turquía o Marruecos porque me parece un desvarío total, lo diga Serrat, Almodóvar o Rita la cantaora. Andamos un poco faltos de referentes que a cualquier clavo ardiendo nos agarramos. 

 Y andamos un poco despistados últimamente.

 Dicho queda, es mi opinión y cada cual puede tener la suya. (Faltaría más)