miércoles, 24 de octubre de 2018

Asturias.

En los últimos coletazos del franquismo, la censura se cebó con el entonces joven y rebelde cantautor Víctor Manuel, que a resultas del boicot con que lo castigaron en su propio país decidió irse a México durante un tiempo. Una noche, los exiliados asturianos le organizaron una cena, uno de los asistentes tomó la palabra no para pronunciar un discurso, sino para leer unos versos que llevaba en una hoja de papel y que sonaron en los oídos del invitado como una auténtica revelación. Se trataba de un poema que jamás había leído y que, en unas pocas estrofas, levantaba toda una épica alrededor de los hombres y mujeres anónimos que desde las fábricas y las minas, desde el campo y desde el mar, habían unido sus fuerzas para pelear y perder como siempre ha ocurrido a lo largo de la historia del movimiento obrero. Aquella misma noche, en la habitación del hotel, Víctor Manuel cogió su guitarra y comenzó a poner música a aquel texto. Era consciente de la potencia que emanaba sus versos, pero seguramente no imaginó ni por asomo que, en aquellos momentos, estaba empezando a componer un himno.
El poema se titulaba, «Asturias». Su autor era Pedro Garfias,  el nombre a Víctor Manuel no le sonaba de nada. Era algo perfectamente lógico, porque Garfias  era conocido y valorado en México, el país en el que se acabó exiliando y donde había fallecido unos pocos años antes. Aunque nacido en Salamanca siempre se consideró andaluz, vivió su juventud entre Cabra, Osuna y Ecija. Pese a que permanece en el imaginario colectivo de varias generaciones que son capaces de interpretarla de memoria, no son pocos los que adjudican la autoría de los versos al propio Víctor Manuel y también abundan quienes los entonan sin detenerse a pensar en su significado. De ahí que muchos se sorprendan al enterarse de que esas palabras tan sentidas fueron escritas por alguien que jamás estuvo en Asturias.



domingo, 21 de octubre de 2018

Supremacismo

Me dice un buen amigo "mesetario" de Twitter que los andaluces no hemos "entendido" a la exministra Tejerina cuando se refería al atraso en la educación en Andalucía: Le explico dos cuestiones fáciles de entender:. UNA.- Si dice que el sistema educativo en Andalucía necesita mejorar, dices que el Gobierno de aquí es una mierda que no se preocupa de las escuelas y tal y tal. Me parece correcto, se entiende y entra dentro de sus obligaciones como política. DOS.- Si dice que los niños andaluces saben "dos años menos" que los de Castilla y León, estás insultando a los niños de aquí. Es sencillo de entender, es claro, cuestión de dominar mínimamente el lenguaje, cosa que ya debería poder hacer la señora, ya que no es andaluza y , se supone, más inteligente que los ciudadanos que vivimos en estas tierras. Porque en el fondo lo que trata de decir es la cantinela, la leyenda negra que se ha extendido de Despeñaperros p'arriba, eso de que en Andalucía además de ser unos vagos, cobrar el PER, no sabemos hablar y estamos todo el día en la taberna y ahora nuestros niños son dos años más tontos que los de otro sitio. 
Ahora lo llaman supremacismo que es lo mismo que fascismo, pero más fino.


miércoles, 17 de octubre de 2018

The River

Si un tío deja embarazada a tu hermana cuando todavía es una adolescente, lo normal es sacar la escopeta e ir a buscarle, pero en su lugar El Jefe le dedicó a su cuñado y hermana una de las mejores canciones de la historia de la música. El tema fue compuesto a finales de los años 70, coincidiendo con la crisis de la construcción en USA. La letra hace referencia a una pareja obligada a casarse por un embarazo-el clásico penalti de aquella época- y el comienzo de dos adolescentes a una vida adulta con un trabajo en la construcción y posterior desempleo. Un día como hoy, hace 38 años, Bruce Springsteen lanza su segundo disco: The River, un disco para la historia.

sábado, 13 de octubre de 2018

Pasodoble a Gerald Brenan.

Este pasodoble, que compuso Carlos Cano, está dedicado al escritor, al hispanista Gerald Brenan, que llegó a España harto de la disciplina anglosajona en 1920 a Yegen, pueblecito recostado en las laderas alpujarreñas. Un sitio inhospito, un rincón lejano y desconocido donde leer, escribir y vivir barato. Un inglés que descubrió para nosotros lo que nosotros teníamos delante de los ojos y no nos enterábamos. Nos suele pasar muchas veces con los extranjeros que llegan a los sitios se quedan enamorados de lugares que nosotros no vemos o no apreciamos. Hoy en día la comarca está llena de guiris que se asentaron, casi todos, gracias a la literatura de Brenan. Este hombre puso en el mundo La Alpujarra, entendió y explicó como nadie la complejidad de nuestro país y de los españoles que él conoció a lo largo de medio siglo, y escribió uno de los libros más geniales nunca hechos por un extranjero sobre España: "El laberinto español”, en el que explica las raíces de la guerra civil. Y nos dejó otro maravilloso libro "Al sur de Granada", donde nos cuenta sus andanzas por la comarca granadina. Fue el precursor,después vendrían Ian Gibson, Cris Stewart y tantos otros... Como le oí una vez a Carlos Cano en un concierto, le dedico este pasodoble a "don Geraldo que echó a los aires del mundo un águila llamada Alpujarra".
La banda sonora de mi vida.

 

miércoles, 10 de octubre de 2018

Tragedia en Sant Llorenç


A veces la tan necesaria lluvia nos trae noticias muy amargas. Mi solidaridad y apoyo a todas las víctimas y afectados en la desoladora tragedia de Sant Llorenç, un pueblo que visitaba con frecuencia hace -la friolera- de 42 veranos.
Todo el ánimo, y toda la fuerza al maravilloso pueblo de Sant Llorenç en estos duros momentos.

La viga de Ohanes


En el año 1734, en un pequeño pueblo de Las Alpujarras llamado Ohanes, el maestro de la escuela local escribía preocupado al alcalde sobre el lamentable estado que presentaba el edificio en el que realizaba su trabajo ya que el agua de lluvia traspasaba la cubierta y esto le estaba ocasionando problemas de salud. Pasen y lean.

Tengo el honor de poner en su conocimiento la inquietud que me produce ver la viga que media la clase que regento, pues está partida por medio, por lo cual el tejado ha cedido y ha formado una especie de embudo que recoge las aguas de las lluvias y las deja caer a chorro tieso sobre mi mesa de trabajo, mojándome los papeles y haciéndome coger unos dolores reumáticos que no me dejan mantenerme derecho. En fin, señor Alcalde, espero de su amabilidad ponga coto a esto si no quiere que ocurra alguna desgracia con los niños y con su maestro, éste su muy seguro servidor. Dios guarde a V. muchos años. Ohanes, 15 de marzo [guarden el mes en su memoria] de 1734.
El maestro Zenón Garrido. Sr Alcalde de Ohanes de las Alpuxarras.

A lo que el alcalde respondió:
 Recibo con gran extrañeza el oficio que ha tenido a bien dirigirme y me apresuro a contestarle. Es cosa rara que los Agentes de mi autoridad no me hayan dado cuenta de nada referente a la viga, y es más, pongo en duda que se encuentre en esas condiciones, pues según me informa el Tio Sarmiento no hará sesenta años que se puso, y no creo una vez dadas esas explicaciones, que no tengo por qué, paso a decirle que eso no son más que excusas y pretextos para no dar golpe. En cuanto a lo de los papeles que se le mojan y el reúma que se le avecina, pueda muy bien guardárselos, aquéllos en el cajón o en casa, y éste yendo a la escuela con una manta. No obstante lo que antecede, enviaré uno de estos días alguno de mis subordinados que mire lo que hay de eso. Y ojo, que su engaño le estaría estar otros seis años sin cobrar los 500 reales de su sueldo. Dios guarde a V. Muchos años. Ohanes veintiocho de Noviembre [¿recuerdan?] de 1734. 
El Alcalde Bartolomé Zancajo (firmado y rubricado). Señor maestro de primeras letras de la Villa de Ohanes de las Alpuxarras.

El maestro siguió insistiendo:
 Tengo el honor de acusar recibo a su atento oficio de ayer donde tiene a bien poner en duda el estado de la viga. Desde mi oficio anterior, Sr. Alcalde, hace unos ocho meses, pasaron las lluvias del invierno; y yo siempre mirando la viga, con la inquietud consiguiente: ¿caerá?, ¿no caerá? Y así un día y otro, como el en vez de una viga fuera una margarita. Si Vd. no cree lo que le estoy diciendo, puede mandar dos personas peritas, o venir Vd. mismo dando un paseito, si no le cuesta mucha molestia, que yo no le engaño, mas para darle una idea del estado de mi clase me permito acompañarle un dibujo, tomado del natural, que le dará una estampa real de ella. Y de lo del sueldo, no creo que se atreva a tocar los quinientos reales, porque ya sabe Vd. lo que dice el refrán "Al cajón ni...”. En fin, Sr. Alcalde, Dios le guarde muchos años de los efectos de la viga. Ohanes de las Alpuxarras a 29 de noviembre de 1734 [ahora quédense con mes y año].
El Maestro Zenón Garrido. Al Señor Alcalde de Ohanes de las Alpuxarras. Partido de Uxíxar. Reino de Granada.

El alcalde estaba un poco cansado del tema:
 Acuso recibo de su oficío del 29 de noviembre del pasado año y me parece excesiva tanta machaconería, en el asunto de la viga. Sepa el Sr. Maestro, que si no le conviene la escuela puede píllar el camino e irse a otro sitio, que aquí para lo que enseña, falta no hace. ¿Qué le importa a estas gentes, ni a nadie, dónde está Marte, ni las vueltas que da la luna, ni que cuatro por seis son veintisiete ni que Miguel de Cervantes descubrió las Américas? Para coger un mancage basta y sobra con tener fuerzas para ello. No obstante, como soy amante de la curtura y no que digan que he echao al Maestro y que no lo trato, como se debe, nombraré una comisión que informe sobre el asunto de la viga, y si resulta que V. me ha engañao, sa caido. Dios guarde a V. muchos años. Ohanes de las Alpuxarras a 15 de octubre de 1735 [se conoce que tenía mucho lío el alcalde]. 
El Alcalde, Bartolomé Zancajo (firmado y rubricado). Sr maestro de primeras Letras. Localidad

Llegan los técnicos a valorar el asunto:
Antonio Fuentes Barranco y Juan González, Maestros albañiles graduados de la Villa de Ohanes de las Alpuxarras informan que personados en el sitio denominado u llamado, sea con perdón, la Escuela de este lugar, a las doce de mañana del día 15 de mayo de 1736, acompañados por el Escribano de este Ayuntamiento, y mandados por el Sr alcalde, opinamos, pensamos, que la viga que ocupa el centro de la clase, aula o sala, que por estos tres nombres se le denomina o circunscribe, que la dicha viga no se haya movido, sólo que ha bajao cosa de diez o doce deos, sólo caer, pero nunca juntarse con el suelo aplastando a los que coja dentro. Pero como quiera que la madera es un cuerpo astilloso, tiene que crujir antes de pegar el golpazo dando tiempo a que se salven por lo menos siete u ocho, todo lo cual, y puesta la mano en el corazón y en conciencia, decimos, que el peligro que ofrece la aludida viga es un peligro leve, o sea de poca trascendencia. Todo lo cual firmamos y no sellamos, por no tener sello en Ohanes a la fecha arriba indicada. Antonio Fuentes y Juan González (firmado y rubricado).

Hay varias opciones, unas mejores que otras:
Don Celedonío González-García, Escribano de la villa de Ohanes de las Alpuxarras, partido de Uxixar, reyno de Granada. Digo y declaro y doy fe, de cuanto en esta información del Maestro de primeras letras de esta localidad, sobre una viga que dice el primero al Sr Alcalde, o sea al segundo, está partida en el techo de su clase. Mi informe imparcial, desapasionado y verídico, como corresponde a mi profesión, es el siguiente: Si la viga cae y amenaza peligro, puede ocurrir, a) que mate al maestro, en cuyo caso esta digna Corporación se ahorraría los quinientos reales que le paga, b) que matase a los niños en cuyo caso sobraba el Maestro, c) que matase a los niños y al Maestro ocurriendo en este caso, como suele decirse, que se mataban dos pájaros de un tiro, d) que no matase a nadie, en cuyo supuesto no hay por qué alarmarse. Examinados en derecho las causas y efectos que anteceden, emito este informe, honrado y leal, cumpliendo con ello un deber de conciencia. En Ohanes de las Alpuxarras a 15 de mayo de 1736. Celedonio Gronzález-García (firmado y rubricado).

Final de la historia:
Yo, don Joseph Sancho Mengíbar, Cronista ofícial de la villa de Ohanes de las Alpuxarras, declaro por mi honor ser ciertos los hechos que a continuación describo, para que de ellos quede constancia en el Histórico Archivo de esta villa, lamentando que la índole de los mismos ponga un hito trágico en los bucólicos anales de este pueblo. El día catorce de octubre, del año de Nuestro Señor Jesucristo de míl setecientos cuarenta, siendo Alcalde de esta villa don Bartolomé Zancajo y Zancajo, y siendo las doce de su mañana, se hundió el techo del salón de la Escuela de esta localidad, pereciendo en el siniestro, el señor Maestro de primeras letras, don Zenón Garrido Marín y los catorce niños que en aquellos momentos daban su clase. Después de laboriosos trabajos, fueron extraídos de entre los escombros, los restos de las víctimas y trasladados al Depósito del Cementerio Municipal, acompañados del pueblo en masa, que era partícipe por entero del dolor que significaba tal catástrofe, ya que todos, más o menos directamente, les alcanzaba, dado el número tan elevado de inmolados en aras de la cultura. Abierto el oportuno expediente, se ha podido comprobar que por parte de la Autoridad competente se tomaban periódicamente todas las medidas encaminadas a velar por el buen funcionamiento del sagrado recinto; y como prueba concluyente, se presentó un Expediente, incoado al efecto, en que dos peritos albañiles y el Ilustre Escribano de esta villa, informaban sobre el buen estado del local, en fecha muy próxima al suceso, ya que los informes datan del día 15 de mayo de 1736; quedando plenamente demostrado que únicamente un accidente fortuito fue el responsable del hundimiento a que hemos hecho referencia. Y para que quede constancia, lo redacto y lo firmo en Ohanes de las Alpuxarras a quince de diciembre de mil setecientos cuarenta.

viernes, 5 de octubre de 2018

Kodak-Marcos

A algunos políticos le gusta más una foto que a un tonto un lápiz. Hubo uno, Alejandro Rojas-Marcos, un ególatra de tomo y lomo, que no se besaba porque no se llegaba. Fue el ejemplo de político vanidoso, engreído, rodeado de una corte de aduladores con cargo al presupuesto, que le fotografiaban allá por donde iba. El que fuera alcalde de Sevilla le gustaban tanto las fotos que le cambiaron el nombre, los sevillanos con mucha guasa le pusieron Alejandro Kodak-Marcos. 
Creó escuela.