Ábalos

Como soy muy observador, mas que hablador, me acuerdo de Cesare Lombroso que fue un conocido médico y criminalista italiano del XIX. Su tesis es bien conocida: pensaba que los atributos físicos, en especial las características del rostro delataba y permitían reconocer a un delincuente. Me confieso un poco lombrosiano, de esos que creen que la cara es el espejo del alma. Por eso no hay más que escrutar su careto y escuchar para calar a cualquiera. Veo la forma de comportarse y el careto de alguien y ya lo calo. Me parece que su aspecto ya le delata. Me pasa con mucha gente y casi siempre acierto. Dicho eso, nunca me gustó Ábalos; había algo en él que no me cuadraba, el tono que emplea que me echa para atrás. El PSOE se está dando un tiro en el pié con él