viernes, 5 de octubre de 2018

Kodak-Marcos

A algunos políticos le gusta más una foto que a un tonto un lápiz. Hubo uno, Alejandro Rojas-Marcos, un ególatra de tomo y lomo, que no se besaba porque no se llegaba. Fue el ejemplo de político vanidoso, engreído, rodeado de una corte de aduladores con cargo al presupuesto, que le fotografiaban allá por donde iba. El que fuera alcalde de Sevilla le gustaban tanto las fotos que le cambiaron el nombre, los sevillanos con mucha guasa le pusieron Alejandro Kodak-Marcos. 
Creó escuela.

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