viernes, 15 de septiembre de 2023

Leguina y Redondo.

No me gusta que expulsen de un partido a alguien por opinar lo contrario de la dirección. Yo mismo sufrí en carne propia en mis tiempos de militancia política a algunos listillos que creían que estaba haciendo política para quitarles el chusco y el sueldo. Si alguien no está a gusto en un partido la mejor decisión, las más leal y acertada es largarse. Es lo que hice yo, me libere y me quede descansando y de la que no me arrepiento. Fue toda una liberación. 
 Todos crecemos, cambiamos, evolucionamos, solo los muy zorrocotrocos no lo hacen, si hay gente que se queda atrapada en cierta época o se le para el reloj y no cambia por qué se es muy ignorante para entender que cambiar es parte de la misma evolución. Tener siempre la misma opinión es de cretinos. Uno puede cambiar de opinión por la sencilla razón de que todo cambia, lo que conviene es ser honesto y honrado y decir el motivo por el que se ha cambiado de opinión.

 Dicho todo eso, me resulta acojonante ver a la derecha española jalear a los Felipe, Guerra y demás, cuando hasta hace tres días los tenían como los malos y malvados de este país. Todavía me acuerdo del "sindicato del crimen " cuando montaron el piquete de demolición de González. para echarlo del gobierno, cuando el PP y un grupo de directores de periódico, periodistas y ciertos personajes siniestros sincronizaron durante algunos años sus líneas editoriales, logrando poner en jaque al gobierno de entonces. Sigo teniendo memoria. 

 Comprendo que Leguina, Corcuera, Redondo, cambien de opinión. Comprendo que haya militantes del PSOE que no estén de acuerdo con medidas planteadas por Sánchez y lo digan, es normal en un partido. Eso es pluralidad. Lo que resulta de un oportunismo bochornoso que la derecha española se dedique a jalear a todo el que arremete contra Pedro Sánchez. Tampoco critico (faltaría) que se evolucione y cambie de postura o incluso de Partido, pero aprovechar cierta influencia para dinamitarlo desde dentro es rastrero y desleal. Este señor, Redondo Terreros, lleva años haciendo daño con sus declaraciones y es a lo único que se dedica. Si hubiera tenido algo de dignidad, habría entregado hace años el carnet de militante en lugar de intentar hacer daño desde dentro. Todo apunta a que Redondo y Leguina llevaban tiempo coordinados con el PP para hacer el máximo daño a Sánchez desde dentro. Que el lunes el Psoe decidiera expulsar a Nicolás Redondo del partido y el miércoles estuviera comiendo con Aznar y Leguina, otro recién expulsado del PSOE, NO es casualidad. Todo un síntoma.

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