domingo, 19 de mayo de 2024

La hierba es azul

Un día el burro le dijo al tigre que la hierba era azul y empezaron a discutir. Después de varias horas de discusión fueron en busca del Rey de la Selva para que él les dijera quién de los dos tenía razón. 

Nada más divisar al león, el burro empezó a gritar: - Majestad, la hierba es azul, ¿verdad? 

El león sin inmutarse respondió: - Cierto es, la hierba es azul. - El tigre lleva horas diciéndome que es verde. Creo que merece un castigo – Dijo el burro. El león miró al tigre y le dijo: - El tigre será castigado con 10 años de silencio. El burro, al oír la sentencia, se fue muy contento, mientras no dejaba de gritar que la hierba era azul. El tigre decepcionado le preguntó al león el motivo de su castigo, pues todo el mundo sabía de sobra que la hierba es verde. 

El león le respondió: Un día el burro le dijo al tigre que la hierba era azul y empezaron a discutir. Después de varias horas de discusión fueron en busca del Rey de la Selva para que él les dijera quién de los dos tenía razón. Nada más divisar al león, el burro empezó a gritar:

 - Majestad, la hierba es azul, ¿verdad? El león sin inmutarse respondió: 

- Cierto es, la hierba es azul.

 - El tigre lleva horas diciéndome que es verde. Creo que merece un castigo 

– Dijo el burro. El león miró al tigre y le dijo:

 - El tigre será castigado con 10 años de silencio. El burro, al oír la sentencia, se fue muy contento, mientras no dejaba de gritar que la hierba era azul. El tigre decepcionado le preguntó al león el motivo de su castigo, pues todo el mundo sabía de sobra que la hierba es verde. El león le respondió: 

- No tiene nada que ver con la pregunta, el motivo de tu castigo es el haber estado perdiendo el tiempo discutiendo con el burro, tú, una criatura inteligente, y por si no fuese suficiente has dejado que viniese a molestarme con esa pregunta tan tonta. No vale la pena perder nuestro preciado tiempo discutiendo con necios y fanáticos que no son capaces de ver más allá de su realidad. 

Nuestro tiempo es el don más preciado que tenemos y no merece la pena desaprovecharlo con aquellas personas que bien por celos, por odio, por resentimiento o por malos consejos no son capaces de ver que están equivocados. Así que hagamos caso a Sócrates: 

Cuando la ignorancia grita, la inteligencia calla. Y no olvidemos tampoco a Aristóteles que decía: el ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona. No olvidéis que vuestra paz y tranquilidad valen más que ganar una discusión con un necio.

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