miércoles, 15 de mayo de 2013

El Rocío

Me es indiferente que se junten en la aldea del Rocío miles de personas para venerar la imagen de una virgen. Allá cada cada cual con sus creencias. A mi no me gustan las fiestas religiosas, ni las de caballitos y trajes de faralaes que dan una imagen irreal de Andalucía. Como decía Carlos Cano, "Soy un andaluz soso". Ahora bien, en cuanto empiezan a alterar la vida del resto de los ciudadanos ya me parece otra cosa. No entiendo que obstaculicen el tráfico en las ciudades con esas pomposas salidas para que los veamos todos. Ya empieza a ser escandaloso que los romeros atraviesen un parque nacional con total impunidad o que la Junta de Andalucía se gaste miles de euros en la llamada “Operación Romero”. Increíble en un estado que, supuestamente, debe separar la religión de la actividad pública.

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