domingo, 21 de febrero de 2021

Tarta de queso, La Viña


 No hay una tarta más sencilla de hacer que esta y el resultado es absolutamente bueno. La tarta de queso La Viña se puso de moda hace unos años, hay miles  de recetas en las redes sociales, en Youtube,  de los aficionados y expertos de la cocina.
Existe una gran variedad, de todos los sabores y para todos los gustos. De zanahoria, manzana, chocolate... Pero, sin duda, la que no pasa desapercibida es la de queso.
 Y tanto es así que hace poco el periódico estadounidense, The New York Times, la consideró como una de las tendencias culinarias del 2021. Esta es la que preparan en el restaurante La Viña de San Sebastián y ellos mismos son los que han dado a conocer la original que circula por todo Internet. La receta  lleva las siguientes cantidades:
* 1 kg de queso crema,
* 400 g de azúcar, 
* 7 huevos,
* ½ l de nata 
* cucharada y media de harina. 

Obviamente ellos preparan una tarta de queso enorme adaptada al restaurante,  así que  la gente la adapta a los moldes que tienen. Es de lo más sencillo de preparar: mezclar, hornear y enfriar, sin más. El resultado es una tarta super cremosa y con un sabor increíble, cuando la probéis entenderéis por qué se ha hecho tan famosa. 

 Ingredientes (molde 20 cm): 
 500 g de queso crema (el que más os guste)
240 g de azúcar 4 huevos 
300 ml de nata para montar 
1 cucharada de harina 

Preparación: 
 Antes de empezar la receta os recomiendo que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente para que se integren mejor y os quede  con una textura perfecta. 
En un bol amplio echamos el queso crema y el azúcar y batimos con unas varillas hasta que el azúcar esté completamente disuelto y obtengamos una crema suave. Añadimos los huevos y la nata y volvemos a batir hasta integrarlos completamente. Por último, agregamos la cucharada de harina y volvemos a integran con el resto de ingredientes.
Forramos un molde desmoldable con papel de horno. Para que quede bien, lo mejor es arrugarlo o mojarlo antes de forrar, así os será más sencillo. Vertemos la mezcla anterior en el molde. Metemos al horno precalentado a 200ºC durante unos 40-50 minutos. El tiempo, aparte de depende de cada horno como siempre, dependerá de la textura que le queráis dar a vuestra tarta.
 Si os gusta algo más cuajada, la tenéis  50 minutos en el horno. Si os gusta que el centro de la tarta esté más líquido, podéis dejarla 35 o 40 minutos. Si veis que se os dora mucho por encima, podéis poner un papel de aluminio por encima para evitar que se queme. Eso sí, tened en cuenta que cuando la saquéis del horno, el centro suele temblar como si fuese un flan, así que no os preocupéis si la veis así. Terminará de coger textura mientras se enfría. Cuando la hayamos horneado, dejamos la puerta del horno entreabierta y dejamos que se atempere en su interior. Luego, la guardamos en la nevera sin desmoldar y la dejamos hasta que esté bien fría (mejor hasta el día siguiente). 
Está buena por sí sola y no le hacen falta extras, A mi me gusta sin ningún añadido, para gustos colores, pero si queréis podéis añadirle un toque de mermelada o miel :) 
 ¡Que la disfrutéis!

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