Lo único que diferencia a Trump, Ayuso, Milei o Puigdemont es el peinado y la nacionalidad.
Por lo demás, son la misma derecha radical, rancia y populista. Más preocupados del show y de ellos mismos que de los problemas reales de los ciudadanos.
Con Illa triunfa la normalidad y sin numeritos en el Parlamento. Puigdemont huido y seguido únicamente por la policía, entre la indiferencia de la mayorá de los catalanes. Solo unos 3.000 incondicionales entre cargos públicos y jubilados aburridos en su performance de su regreso.
Illa es el futuro, Puigdemont ya es pasado
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