sábado, 26 de mayo de 2018

Ruta tabernaria por la Córdoba de 'La feria de los discretos'




La feria de los discretos de Pío Baroja es una novela  que se desarrolla en la  Córdoba  de 1868, en los  momentos previos a la revolución que dejó a Isabel II sin trono, esa reina que se ganó fama por su afición de pasarse por la piedra y por la real cama a medio Madrid. Muchos de sus escenarios se mantienen todavía en la ciudad. Baroja amaba el misterio de las callejuelas de Córdoba, el carácter  de muchos de sus habitantes, el letargo de una ciudad desde los tiempos de los árabes,  cuestión  que atraía a Don Pío.
Se me ha ocurrido y me he permitido hacer un recorrido, a mi libre elección, por las calles que en su día recorrió Quintín Roelas,  protagonista principal de la novela,  con el  añadido de las tabernas actuales que vamos encontrando a nuestro paso.

Comenzamos nuestra ruta buscando  la Calleja del Niño Perdido un callejón situado en la calle  Concepción que pasa inadvertido hoy en día para la mayoría de la gente,  en él existía en la novela una taberna, desconozco si en aquel tiempo fue real o ficticia;   pasamos por San Nicolás y Gran Capitán, hoy una zona peatonal llena de tiendas, bancos, cafeterías, nada que ver con la calle de aquellos años. Quintín continua por la calle peatonal de Conde de Gondomar (Gondomar , para todos los cordobeses) hoy una  de las calles comerciales y más frecuentadas de la ciudad. Desembocando  en la Plaza de las Tendillas con su estatua de El Gran Capitán bajo la  inscripción: "Más quiero la muerte dando dos pasos adelante que vivir cien años dando uno solo hacia atrás". Aquí nos desviamos un momento de la ruta para tomarnos nuestro primer Montilla y unas berenjenas con miel  en EL PISTO, una de las tabernas emblemáticas  y turísticas  de Córdoba.

Seguiremos los pasos del protagonista  para dirigirnos  hacia   Claudio Marcelo y en una de sus  calles nos tomaremos un medio de Amargoso con unas gambas 'rebosá' en EL GALLO y contemplar algo de lo que fue la Córdoba romana con las  ruinas del Templo Romano ya al final de la calle y Capitulares. Pasaremos  para  llegar a Ambrosio de Morales  y La Cuesta de Luján, otro de los enclaves que figuran en la novela. Tras bajar los escalones de la cuesta, aparece una calle muy citada en la novela: San Fernando (antigua  calle de la  Feria).  Antes de entrar  en la Plaza de la Corredera nos tomaremos otra ronda acompañada con un  salmorejo en la  TABERNA SALINAS. Contemplaremos   sus arcos,  todos  sus bares y tascas. Entre los edificios que dan forma a la plaza destaca  el mercado de Sánchez Peña que sirvió de sede consistorial  así como cárcel, hasta el siglo XIX.

Seguimos por la Plaza de Almagra dejando atrás a la Iglesia de San Pedro. En pleno barrio de Santiago nos dirigimos a la calle Siete Revueltas, para entrar en la Casa de las Campanas. Descubrimos el Palacio del Marqués de Tavera (en la ficción de la novela) en la calle del Sol, actualmente calle Agustín Moreno donde se alza el Palacio de Benamejí, hoy Escuela de Arte y Oficios. Pasaremos por la calle Lineros y haremos una parada gastronómica  en BODEGAS CAMPOS, uno de los excelentes restaurantes de la ciudad. Poco más adelante entramos en la Plaza del Potro en la que se ubica el Museo de Julio Romero de Torres y la Posada del Potro, un corral de vecinos, casa típica del siglo XV, hoy Centro de Flamenco Fosforito. Desde la Iglesia de San Francisco  subiremos a la Calle Portillo  para adentrarnos  en la Plaza de Jerónimo Páez en ella se ubica el Palacio de los Páez, hoy Museo arqueológico y  la Casa del Judío.
Taberna El Tablón

Nos tomamos un medio de  Montilla en   EL TABLÓN descrita así por Joaquín Pérez Azaustre : "muy poca gente sabe que en la Judería, hay una mesa en la que se sentó un día Pío Baroja, todavía joven mocetón, andariego y disperso a corregir su primer manuscrito de la Feria de los discretos, novela de lectura obligada de la que todo el mundo habla pero que muy pocos cordobeses han leído"

En los aledaños de la Mezquita  nos tomaremos una tortilla de patatas, como hacen miles de turistas desde la aparición de la taberna en un programa de la televisión,  en la archiconocida CASA SANTOS.  Nos adentramos en el  Patio de los Naranjos. Un gran sitio para  ver pasar a la gente y contemplar una de las maravillas del mundo, La Mezquita y todo su entorno. Aprovechamos que pasamos por la puerta de EL CABALLO ROJO para degustar un Pedro Ximénez. Siguiendo  nuestro camino atravesamos la Puerta del Puente,   entrada  a la ciudad desde el sur y unión con el Puente Romano. Disfrutamos de este entorno monumental del río Guadalquivir  para  finalizar  nuestro paseo  más tabernario que literario en la Torre de La Calahorra, diremos  las palabras de despedida a Córdoba de Quintín Roelas, el protagonista de la novela :

¡Adiós Córdoba, pueblo de los discretos, espejo de los prudentes, encrucijada de los ladinos, vivero de los sagaces, enciclopedia de los donosos, albergue de los que no se duermen en las pajas, espelunca de los avisados, cónclave de los agudos, sanedrín de los razonables! ¡Adiós Córdoba! Y ahí queda eso.



Taberna El Tablón
Plaza de La Corredera

Plaza de Las Tendillas

Puente Romano/Mezquita

Taberna El Pisto




Taberna Salinas

El Caballo Rojo

El Gallo

Bodegas Campos

Casa Santos

 Templo Romano

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