Un destacado talibán de la patronal insinuó, hace unos días, enviar a los trabajadores de España a Laponia. “Aquellos que no quieran un empleo que les ofrezca el INEM deberán ser colocados forzosamente.” Llegó a insinuar el “baranda” de la patronal. El administrativo que –por ejemplo– se niegue a aceptar un trabajo de tres horas de lavaplatos o de comercial acabará en un iglú comiendo pescado crudo con los renos y los lapones. J L. Feito, así se llama el directivo de la CEOE que hizo la propuesta, debió de pensar que, a la espera de que la economía vaya mejor, una de las opciones a considerar, sea el envío de los parados a Laponia, del mismo modo que la España franquista mandaba los "excedentes" a Alemania
No sé si por casualidad, en el mismo día, Televisión Española contraprogramó un reportaje sobre los españoles que trabajan en la lejana Laponia. El programa de marras, llamado "Españoles en el mundo", esa noche fue líder en audiencia.(ver aquí) Se supone que esa subida de audiencia lo obtuviese gracias al interés de los parados, deseosos de saber cuáles son las condiciones de trabajo del país al que el líder de la patronal quiere enviarlos. Aunque la tónica de ese programa es sacar lo mejor de cada país y ocultar las miserias que, seguramente, deben de tener. TVE, en ese reportaje, sacó a una empresaria que tiene un bar de hielo y un biólogo que se paga sus estudios con un trabajos esporádicos de camarero. Quiere decir que no hemos hecho otra cosa que trasladar a tierras del nórdicas nuestra gran maestría en la hostelería, el único bastión que sostiene a nuestra maltrecha economía.
Eso es lo que debió pensar el líder patronal,ahora que empieza a escasear el empleo en los chiringuitos de playa, podemos relanzar un vivero de trabajo alternativo en un iglú de Laponia. La única duda que me queda es si mandamos a los currantes que rechacen un empleo ¿Exportamos también a Laponia a aquellos empresarios que-por ejemplo- facturen en negro? Ya puestos.
Eso es lo que debió pensar el líder patronal,ahora que empieza a escasear el empleo en los chiringuitos de playa, podemos relanzar un vivero de trabajo alternativo en un iglú de Laponia. La única duda que me queda es si mandamos a los currantes que rechacen un empleo ¿Exportamos también a Laponia a aquellos empresarios que-por ejemplo- facturen en negro? Ya puestos.
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