domingo, 2 de octubre de 2011

La Encina del Dinero.


La Encina del Dinero, llamada así porque era el lugar en que antiguamente se reunían los arrieros para hacer o cerrar los "tratos", cerca de San Calixto y del nacimiento del Guadalora en el término de  Hornachuelos. Al lado de La Encina nace un camino que coincide con el Cordel de Fuente Obejuna, antigua vía pecuaria que no está deslindada y que, lamentablemente, se encuentra cortada por una cancela junto a la carretera de San Calixto.

Desde ayer tiene un inquilino. Mis hermanos y yo nos encargamos de llevarlo hasta ese lugar. Ahora vivirá eternamente en ese lugar que el recordaba siempre que pasaba por allí. En ese lugar vivió algunos años, “durmiendo al raso”, “pasando penas”, como el decía. Cuando los médicos le preguntaban si había fumado, siempre le achacaban los motivos de su enfermedad al “puto tabaco”, el sacaba a relucir las noches "durmiendo al raso","debajo de una encina" y los trabajos inhumanos de esa época que los médicos nunca contemplaban.
Ayer, mientras dejé sus cenizas en La Encina, recordé la maravillosa canción de Los Secretos, que compuso el malogrado Enrique Urquijo que decía:

"He muerto y he resucitado
con mis cenizas un árbol he plantado,
su fruto ha dado,
y desde hoy algo ha cambiado."

El "niñorua", como era conocido en Hornachuelos, era  un hombre bueno, íntegro, honrado, trabajador y noble donde los hubiera. Un hombre de palabra. Hijo de un arriero de Cazalla de la Sierra que vino con sus burros ,con su familia en busca de trabajo y de mejor vida a Hornachuelos, que por aquel entonces estaba en torno a la construcción del pantano y los trabajos de la sierra. Murió a los 82 años. Una enfermedad canalla y traicionera se lo ha llevado. Te echaré de menos, ”niñorua”. Tu recuerdo permanecerá entre todos, tu forma de ser la hemos heredado muchos de tus hijos y de  tus nietos: tu mirada, tus silencios...
Descansa en paz. Descansa en paz en la Encina del Dinero.
En recuerdo de mi padre


2 comentarios:

  1. Las amorosas manos de tus hijos te han depositado en el lugar más hermoso de la tierra. Este otoño cuando las gotas de lluvia te lleven hasta las raíces y en primavera vuelvas a ser flor, serás la envidia de pájaros y mariposas.
    ¡Que gran padre el que es capaz de reunir a sus hijos bajo un árbol!.
    Un abrazo familia Ruda.

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  2. Gracias Rafael, por tu palabras, un abrazo camarada

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